Un buen símil para describir estos dos enfoques opuestos, hace referencia a la planificación de un viaje:
Imagine que decide conocer un país determinado durante un mes. Usted podría investigar de acuerdo a sus intereses, construir un itinerario detallado, pre-definir todos los lugares a visitar, realizar las reservaciones de los tours, los alojamientos, las entradas a los museos y parques nacionales, y así tener claro su presupuesto y cuánto va a ser el costo total de su viaje con un alto grado de exactitud. En contraposición, usted podría planificar el inicio del viaje en la capital del país y luego ir tomando las decisiones sobre la ruta a seguir a medida que el viaje se desarrolla.
En el primer caso, usted tiene una visión específica del resultado que desea obtener de sus vacaciones y puede medir el cumplimiento de cada objetivo o lugar a conocer, si por ejemplo cancelan un vuelo, deberá superar el obstáculo para continuar con el plan. Mientras que en el segundo caso, cada día usted toma decisiones sobre lo que va a hacer, para cumplir su objetivo principal que es conocer el país.
Hoy en día se habla mucho de implementar un enfoque ágil, y con frecuencia se considera obsoleto e inadecuado todo lo relacionado a las metodologías clásicas de cascada. Es importante recordar que las metodologías predictivas/cascada vinieron a solucionar un gran problema para los proyectos, mejorando la calidad y reduciendo las desviaciones.
Las metodologías predictivas funcionan muy bien cuando conocemos el producto deseado y los pasos para construirlo. También son de gran valor cuando necesitamos controlar las restricciones de presupuesto y tiempo con alto grado de certidumbre, lo cual es un requisito frecuente de las empresas, en especial del área de finanzas.
Así, si se trata de la construcción de un puente la metodología, ideal será la predictiva. Mientras en un proyecto 100% de desarrollo de software, donde al principio no se tiene mucha claridad del producto final que se desea, la metodología ágil será la mejor opción.
Es posible partir con un marco de metodología tradicional e incorporar principios de agilidad, así como trabajar con una metodología 100% agile como Scrum o Kanban (cuyo enfoque es 100% en la calidad y la mejora continua) e incorporar herramientas y técnicas predictivas exitosamente.
Con la convergencia de estos dos modelos se logra una gestión mejorada, eficiente y eficaz. Es por esto, que la tendencia actual en la implementación de software, es una solución metodológica híbrida para la gestión de proyectos, en la que la fase de planificación y requisitos se lleva a cabo bajo un enfoque en cascada, y el desarrollo y algunas fases de la ejecución siguen una metodología ágil.
Los principales aportes del manifiesto Ágil y todas las metodologías que de él se han derivado son:
- Las entregas parciales y continuas de valor.
- Los equipos auto gestionados.
- Valorar la interacción de las personas.
- Asegurar la motivación y desarrollar la confianza.
- Priorizar la calidad y la satisfacción del cliente.
- Incorporar mecanismos que permitan la gestión de cambio de alcance de una forma más flexible.
Estos elementos vienen a complementar la estructura que brinda la metodología waterfall o de cascada tradicional.