Los consumidores de hoy exigen cada vez más información sobre lo que comen. No solo son conscientes de los ingredientes y los datos nutricionales, sino que también quieren saber dónde se originó la comida, si los animales fueron tratados de forma humanitaria y qué tipo de impacto ambiental ha tenido la comida. Los consumidores también están interesados en aprender más sobre las políticas y esfuerzos de sostenibilidad ambiental de la compañía. Esto se suma a la divulgación de información que ya se ha convertido en algo común, como si un producto está certificado como orgánico, sin gluten y cultivado localmente. La lista de información solicitada es larga y sigue creciendo.
Junto con la transparencia requerida para construir y mantener la confianza del consumidor, la seguridad alimentaria, la calidad y el cumplimiento son cuestiones esenciales para los productores mundiales de alimentos y bebidas. Y si bien la creciente globalización del abastecimiento y la distribución de alimentos permiten que los fabricantes tengan más opciones de cadena de suministro y lleguen a un mayor número de clientes, la globalización también significa que los riesgos, como la propagación de la contaminación o la enfermedad, con frecuencia pueden ser más frecuentes y complejos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año, aproximadamente 600 millones de personas se enferman después de comer alimentos contaminados, de los cuales 420.000 mueren en última instancia.1 Es debido a los riesgos, y a las posteriores consecuencias, que la industria de alimentos y bebidas esté tan altamente regulada.
Satisfacer de forma eficiente las necesidades de demanda de transparencia de los consumidores de hoy en día, mantener la seguridad alimentaria y cumplir con las normativas en constante cambio son desafíos importantes para prácticamente todos los fabricantes de alimentos y bebidas, independientemente de su tamaño. En juego están la salud de los consumidores, el daño a la marca y los retiros exorbitantemente costosos. Tener una cadena de suministro transparente y la capacidad de rastrear ingredientes puede proporcionar confianza, mientras que la documentación detallada de todos los ingredientes y procesos puede proporcionar la base de la confianza pública.