La tecnología se convirtió en una herramienta imprescindible para los seres humanos, que cada vez dependemos más de ella en diferentes aspectos de nuestra vida cotidiana, como es. transporte, comunicación, educación, compras, salud, entre otros. Esto acompañado de la revolución tecnológica de las últimas décadas, impulsada principalmente por el internet, con el inminente desarrollo del internet de las cosas que presupone la captura y el envío de datos de manera autónoma por parte de objetos cotidianos conectados a Internet, presupone un incremento aun mayor en la generación de datos por parte de las personas, empresas y gobiernos al que se ha dado en las últimas décadas.
Ciudades con una alta densidad poblacional adolecen de problemas relacionados con la movilidad, contaminación atmosférica, altos niveles de siniestralidad, además de la alta demanda de consumo de energía y recursos para satisfacer las necesidades de la población. La magnitud de las operaciones logísticas desplegadas para atender las necesidades de la población, el costo logístico y el marco regulatorio del sector están imponiendo una nueva agenda para la distribución de última milla.
El uso de vehículos alternativos se constituye en una oportunidad de mantener la eficiencia de la operación y contribuir a la mitigación de impactos ambientales. La sustitución de los vehículos de combustión interna por bicicletas eléctricas ahorra dinero a los usuarios y usualmente son adoptados después de hacer un piloto. Los pilotos de PRO-E-BIKE mostraron que, en la mayoría de los escenarios de prueba, las bicicletas de carga, y las patinetas eléctricas fueron una verdadera alternativa a los vehículos motorizados en los servicios de entrega. Debido a esto, la gran mayoría de los socios, tanto públicos y del sector privado, decidió seguir utilizando este tipo de alternativa de movilización de mercancías después de la fase piloto, incluso sin ningún tipo de financiación. Actualmente hay una amplia diversidad de alternativas que, a pesar de que funcionan, su desempeño ambiental todavía plantea retos, como es el caso de los motocarros. Actualmente se requieren esfuerzos para identificar los impactos desde el punto de vista ambiental, económico y operacional del uso de bicicletas y triciclos eléctricos, motocarros y otros para transporte de carga, como medios alternativos para mejorar la movilidad, mantener la eficiencia de la operación y al mismo tiempo, responder a los avances tecnológicos actuales.
Un modelo de consolidación y distribución colaborativa es un modelo de operación que permite consolidar la operación logística de un conjunto de empresas para facilitar su proceso de distribución. Habilitar una plataforma en una zona estratégica de la ciudad para un conjunto de empresas, desde la cual se reciben los pedidos provenientes de las bodegas o centros de distribución de los generadores de carga, y se consolidan según las rutas para posteriormente ser cargados y distribuidos en las bicicletas y/o triciclos de asistencia eléctrica. Esto significa que se requiere pedaleo para iniciar el movimiento y el conductor podrá usar cuando considere necesario, la asistencia del motor eléctrico para reducir el esfuerzo físico que requiere el movimiento del vehículo.
Los modelos de distribución basados en ciclologística han demostrado un potencial interesante para ciudades donde hay zonas con alta densidad comercial, siempre y cuando se tenga una visión compartida de las operaciones logísticas (infraestructura, almacenamiento, etc). Hoy por hoy, pensar en sustituir un camión de una tonelada por dos triciclos eléctricos es una realidad y cada vez más empresas están explorando la posibilidad de migrar a modelos de distribución más competentes dado el contexto local.
Por: Logyca