¿Dónde ve Ud. que puede apoyar el incremento de productividad, no sólo a partir de lo que a hoy se conoce como Voice Picking?
Durante de más de 20 años Honeywell ha trabajado en Voice Picking como su pilar fundamental de productividad. Hoy en día entendemos que si bien este principio nos colocó en la cima de las tecnologías en general, es un paradigma, pues se cree hoy día que podemos ejecutar de una manera más eficiente nuestro proceso de surtido a partir de todo lo que compete la tecnología de voz dentro de los centros de distribución.
¿Por qué es un Paradigma?
Me devuelvo un poco a comprender la forma en como vemos la tecnología antes de entenderla. Esto viene en función de reconocer la operación basada en flujos de proceso.
¿Qué es un flujo de proceso (workflow)? Entendido como el estudio de los aspectos operacionales de la actividad logística, es el inicio de todo dentro del Centro de Distribución: cómo se estructuran las tareas, cómo se realizan, cuál es su orden correlativo, cómo se sincronizan, cómo fluye la información que soporta las tareas y cómo se le hace seguimiento al cumplimiento de las mismas. Así entonces, los flujos de trabajo dentro del centro de distribución se basan en el estudio de los mismos desde los procesos de entrada, almacenaje, conteo cíclico, inventario, surtido etc.
Para nosotros en Honeywell, el principio de llevar la voz a un Centro de Distribución, va más allá del surtido o del Picking by Voice, es entender todos los flujos de trabajo que se suscitan en el centro de distribución y apoyarlos con tecnología de voz. Esto es algo que denominamos el Almacén parlante.
El Almacén Parlante
Muchos se refieren al Almacén Parlante como el almacén habilitado con voz y en suma, son los diferentes ámbitos en los que la tecnología de voz se puede aplicar para lograr un mayor rendimiento empresarial. Esta es la siguiente generación en la gestión de la manipulación de mercancía en el centro de distribución y el almacén.
Hoy día muchos directivos están revisando los procesos en su almacén y están apostándole a la tecnología de voz como habilitadora de la productividad. En un almacén parlante, por ejemplo, hay menos teclados alfanuméricos y el escaneado de códigos de barras es únicamente un apoyo secundario. El argumento a favor de la tecnología de voz es simple: cuantitativamente, la voz proporciona valor empresarial mesurable.
¿Qué otras cosas más podemos hacer apalancándonos del éxito y la experiencia de utilizar la Voz en un Centro de Distribución?
Entendiendo que el principio de todo son los workflow, mirando la cadena de suministro, se podría decir que estamos en un eslabón previo a lo que es la demanda del mercado. ¿Qué pasa si nos vamos al principio de la cadena? Aquí es donde tenemos la materia prima, en este caso a quien vamos a satisfacer no es al mercado, sino a las líneas de producción y finalmente el almacén de materia prima, que tiene flujos de proceso que se parecen a los del centro de distribución de producto terminado.
Otro aspecto radica en que para poder satisfacer la demanda de los productos que hay que entregar, se requiere que el transporte este en buen estado, lo que se conoce como plan de inspección y mantenimiento dentro del almacén parlante. Y de cara a retail (tiendas), para poder abastecer la góndola o el producto que no se encuentra, podemos apalancarnos también del principio de la Voz para abastecer productos, tomar nota del producto inexistente, hacer cambios de precio en la góndola, entre otros flujos de proceso.
Estas son por mencionar, algunos de los usos y aplicaciones que vemos de cara a optimizar los centros de distribución con la tecnología de Voz, para convertirlos en Almacén Parlante.